Ya ha llegado el frío..Ahora si…y la lluvia…con fuerza…el otoño en su apogeo. Mi jardín está poblado de hojas doradas…
Me gustan las escenas intimistas, los ambientes acogedores, los atardeceres del otoño. La vida en el exterior se vuelve más silenciosa. Los pájaros callan, los jardines se silencian. Los ruidos del verano comienzan a hibernar.
Dentro de casa las luces se atenúan, las conversaciones se vuelven más recogidas y las sobremesas se prolongan con un buen vino contemplando el jardín y sus tonalidades doradas. Miramos desde el interior al exterior, en un enfoque distinto al que hacíamos apenas hace dos semanas cuando la vida y las miradas se hacían desde el exterior.
Me gusta la lluvia. Una buena compañía, una buena conversación y ver llover. Abrir el ventanal del salón y tocar la lluvia. Cerrar la puerta y ver las gotas deslizarse por el cristal.
Y , aunque no me gusta el frío, si me gusta la nieve y las tardes de conversación junto a la chimenea…¿Os he dicho que no se estar quieta junto a un fuego? Me gusta observarlo y mover las brasas, acomodar los troncos, avivarlo…¿será esto una metáfora de la vida real?.
RECETA
Patatas
Harina y huevo batido para rebozar
Cebolla
Perejil y sal
Aceite
Calienta el aceite a fuego medio en una sartén.
Pela las patatas y córtalas en rodajas gruesas. Reboza cada rodaja primero en harina, luego la pasas por el huevo y nuevamente por harina. Una vez rebozada pones la rodaja en el aceite para que se dore el rebozado. Según las sacas las vas poniendo en una cacerola donde vas a guisarlas.
Cuando termines de dorarlas todas, en una sartén pequeña pochas la cebolla. La añades a continuación a las patatas ( no las muevas porque se rompen) . Sazona con un poco de sal y el perejil picado.
Añade agua hasta cubrir como un dedo por encina de las patatas. Ponlo a cocer a fuego medio evitando moverlas porque si las nueves se deshacen.
Facilita que se distribuya la cebolla moviendo hacia los lados ligeramente la cacerola. Muévelas de la misma manera de vez en cuando durante la cocción para evitar que se peguen.
El rebozado de harina y huevo hará que espese el caldo. Retíralo del fuego cuando las veas bien cocidas.
Y… con estas patatas cualquier día frío del otoño se hará mucho más llevadero…¿le damos a las patatas la importancia que se merecen?…en esta receta si…
Qué bueno. Un plato estupendo para el día de hoy, que ha amanecido con una franja de nieve sobre la sierra. Comparto contigo tu afición a las buenas charlas con una copa de vino, a la chimenea y al calor de los amigos.
Ummmhhhhh!!!! Que ricas… Hace un montón que no las como…., tendré que ir a comer a casa de mi madre…. O a casa de Kuki que es mas cerca …. Jajaja
¡ A casa de Kuki!…of course y te traes a tu madre para que nos haga algunas de sus delicias
Estas patatas le encantaban a tu señor esposo. Ya no puede decir que como la comida de su mama no hay otra. Estará encantado. Bss
Bea, ¡la comida de tu madre es difícil superarla!…pero si que es verdad que estas le encantan. Con la ensaladilla rusa ya es otra cosa…llevo años intentándolo pero la de tu madre me gana!!!. grrr.: