Pastel dulce de remolacha que sabe a tarta Sacher.
La receta que os propongo hoy es de marcada inspiración Británica.
La primera vez que la tomé fué en un pueblecito del sur de Inglaterra dónde pasé una semana en unas sesiones de team building organizadas por mi empresa.
Allí nos concentraron a un grupo de ejecutivos de varios paises, liderados por nuestro superboss , inglés y muy yupi y supermotivado él. Yo tenía 35 años, 2 hijas, un marido y un montón de amigos y familiares que me echarían de menos en el caso de desaparecer en las movidas aguas del mar del norte.
Comento esto porque cuando llevábamos 3 días construyendo el team y éramos ya un equipo unido e indestructible, apareció nuestro superboss David (pronunciese Deivid) y nos dijo: “ Mis valientes, nos quedan apenas unas horas de estar juntos, y como aún no he puesto en serio peligro vuestras vidas se me ha ocurrido que vamos a hacer un poquito de coasteering , por lo que poneros estos trajes de neopreno , y estos cascos y vamos a confirmar que somos un gran equipo”.
Bueno, realmente lo puso un poco más en positivo, pero creo que en mente lo que tenia era esto.
Yo inquieta levanté la mano: “Deivid, perdona, ¿nos puedes dar mas detalle de que es el coasteering y de por qué me tengo que poner ese casco de Calimero para hacerlo?. A los pocos minutos estaba muy arrepentida de mi pregunta porque el relato de los hechos de lo que íbamos a hacer era espeluznante…. Y yo al fin y al cabo era una débil mujer, pero el holandés que tenía sentado a mi lado estaba blanco como la cera…
Hay coasteering y coastering. Osea, no es lo mismo hacerlo en la playa de pongamos…Gandía…osea una playa , que hacerlo en un acantilado en el mar del norte a 3 grados bajo cero, con las olas de un mar embravecido rompiendo bajo tus pies a 5 ó 6 metros de distancia y caminando SOLO por un caminito donde a veces SOLO cabía un pié delante de otro.
Comenzamos a avanzar y aquello seguía y seguía y cada vez se estrechaba más y cada vez estábamos más arriba. Cuando pensé que estábamos acabando de dar la vuelta a Gran Bretaña Deivid resbaló y cayó al agua.
No encuentro palabras para describir el leñazo que se pegó y su cara de perplejidad mezclada con la espuma de las olas que se estrellaban contra la pared de roca.
El monitor dió orden de abortar misión y abandonar la nave- la cornisa- y al buscar la via de escape sólo teniamos la opción de medio escalar la ladera, completamente resbaladiza por la humedad.
Yo trepé agarrándome como podía a la plantas que encontraba y cuando 20 metros más arriba coroné la cima, me puse de rodillas y besé el suelo como el Papa en sus viajes.
Con una cuerda otro monitor desde arriba iba ayudando a los que no eran capaces de llegar hasta allií y se quedaban medio colgando de alguna planta.
Aquel día fue muy útil para mis idiomas porque aprendí a decir improperios al menos en cinco lenguas distintas….
A Deivid tardaron en sacarle del agua un buen rato y fue directo al hospital mas cercano a hacerse un chequeo. A la vuelta agradeciendo nuestra amabilidad por no mandarle lejos, solo comentó “he visto la luz”…y se fue a dormir…
De vuelta a la casa en la que nos hospedábamos nos esperaba una estupenda merienda con este Beetroot & chocolate Cake al que yo bauticé “ tarta he visto la luz” y que desde entonces siempre preparo por estas fechas en recuerdo de aquel día.
RECETA
Picas pequeñito 250 gr de Remolacha cocida normal (lo mejor es que tú la cuezas)
Precalienta el horno a 180º y prepara un molde de 23 cms de diámetro.
Derrite 100 gr de chocolate al baño María y resérvalo.
Mezclas en la batidora con barillas : 150 gr de azúcar moreno, 150gr de ázucar blanco, 125 gr de mantequilla en pomada y luego vas añadiendo poco a poco 3 huevos batidos
A esta mezcla le adicionas 225 gr de harina con levadura (self –raising flour) , 30 gr de cacao puro en polvo y una pizca de sal.
Añades la remolacha y el chocolate derretido a la mezcla anterior y ¡al horno! Durante unos 40 minutos (ya sabes, comprueba pinchando con un cuchillo para ver si está hecha. Debe salir limpio).
Para la cobertura aquí le he puesto un icing de 100 gr de azucar glas , con aroma de fresa y colorante rosa y unas cucharadas de agua (ojo debe quedar espeso por lo que añade el agua muy poco a poco). Y sobre una rejilla bañas el pastel.
¡A nosotros nos sabe a tarta Sacher!.
que buena pinta y que buena presencia magnificas fotos y magnificas recetas !!
ESTA QUEDA APUNTADISIMA !!
¡Gracias Marga!, viniendo de ti es un piropazo total!!! En la página de Cocina Prêt-á-Porter en Facebook puedes ver la opinión de algunas personas que la han hecho ¡deliciosa !. Besote y me encanta verte por aquí.