Bueno, bueno, ya me teneis aqui de vuelta. Han sido unas vacaciones especiales, intensas y sorprendentes. Unas vacaciones muy “Memoriasde Africa” porque es allí donde he estado, en Tanzania, en medio de la vida salvaje, de la belleza de la naturaleza y de la esencia de la vida animal salvaje.
Sólo puedo transmitiros brevemente lo maravilloso que me ha parecido, todo tan auténtico y tan de la esencia de nuestro mundo ¡qué lejos te sientes en medio de la planicie del Serengueti, de todas las vicisitudes de la vida en Europa, en Madrid, en nuestras calles!.
Durante parte de este viaje hemos hecho un safari fotográfico que sólo puedo comenzar a definir como impresionantemente impactante.
Una de las experiencias más maravillosas que he podido vivir es la de dormir en plena sabana, en medio del campo en los límites del Ngorongoro, en una tienda de campaña amplia y perfectamente preparada del campamento Serengeti under canvas. No puedo expresar lo que se siente estando allí acostada oyendo los rugidos de los leones constantes durante el amanecer el correr de los animales, el ruido increible de miles de pajaros que no cesan en toda la noche… y al levantarte y salir de la tienda encontrarte miles de Ñus, de cebras y manadas de elefantes “desayunando” a escasos 300 metros de la tienda. Increible.
El campamento contaba con un chef que cada noche nos preparaba unos deliciosos platos occidentales de corte anglosajón de los que tomé buena nota por lo deliciosos que eran. Entre ellos me enamoré de esta “Carrot and beetroot soup” especiada con jengibre, sencillamente deliciosa.
Os animo a probarla y a viajar a este país en cuanto tengais ocasión.
Vamos, pues, con la receta.
RECETA:
En esta receta vamos a hacer en realidad dos cremas muy finas y ligeras (casi como una sopa espesa) de zanahoria y remolacha. Para ello prepararemos cada una de ellas por separado, de manera simultánea y emplataremos juntas haciendo ese bonito efecto bicolor en el plato.
Los ingredientes son:
2 tbsp de aceite de oliva, (utilizaremos una en cada crema)
2 cups de cebolla picada muy, muy fina (utilizaremos 1 cup en cada crema)
1 tbsp de ajo muy picado (la mitad para cada crema)
3 cups de zanahoria cortada en dados pequeños
3 cups de remolacha cortada en dados pequeños
1 tsp de jengibre fresco muy, muy picado
2 pastillas de caldo de pollo suave y bajo en sodio (yo he utilizado los de Avecrem)
1´5 litros de agua
Sal
Pimienta
1 tbsp vinagre balsámico o vinagre suave de Jerez al Pedro Ximenez
Opcional: nata para decorar (yo no la he utilizado en la receta)
Lo primero, pon en dos cacerolas medianas el aceite, a fuego lento. Cuando tengan temperatura añade en cada uno de ellos la cebolla y deja que poche unos tres minutos hasta que veas que se pone transparente. Añádeles entonces el ajo y el jengibre. Déjalo hacerse durante 1, 1.5 minutos y a continuación incorpora la zanahoria en una cacerola y la remolacha en la otra. Déjalo rehogarse bien ( no añadas sal hasta el final y sólo si es necesaria).
Añade entonces en cada cacerola una pastilla de caldo desmenuzada y a continuación 3/4 litro de agua a cada una.
Déjalo cocerse a fuego medio durante unos 35 minutos o hasta que esté cocidas la zanahoria y la remolacha. Si ves que hace falta añadir más agua, ve añadiéndosela progresivamente. (Yo por ejemplo he preparado un poco de caldo aparte para añadirlo mas tarde al puré si me queda muy espeso).
Una vez cocida las zanahorias y la remolacha, vamos a hacerlos puré. Como te indicaba anteriormente buscamos hacer una crema muy ligera o una sopa espesa.
Ten en cuenta que no queremos que los purés se mezclen o se “manchen” por lo que limpia bien el aparato que utilices al procesar ambos.
Una vez tengas hechos los dos purés, si te quedan espesos puedes añadirles más caldo para aligerarlos. Entonces le añades pimienta y, a cada uno, el vinagre de módena.
Para emplatarlo puedes optar, por platos, bowls o como he hecho yo para una situación especial, unas copas. Lo ideal es tener preparados dos cazos de servir rellenos de cada puré. Sirves ambos a la vez uno por la izquierda y otro por la derecha, de manera que se junten en el centro, pero no se mezclen.
Y, ya está, un plato delicioso, innovador en los sabores y la presentación y…muy, muy rico.
¡¡Cuéntame que te parece!!
Kuki, tiene una pinta divina!!.
Lo haré seguro, ya te contaré!.
Un beso
Que envidua de viaje!!!!
MUchas gracias Carmen, ya me dirás qué te parece!! El viaje maravilloso! espero que puedas disfrutarlo en algún momento. Bss
Que buena pinta, ya la he apuntado , la voy a hacer el próximo finde
Te va a encantar. ¡¡Ya me contarás el resultado!!. Creo que el fin de semana me apunto a tu casa a comer!!Besos KUKI
Un viaje precioso y seguro que inolvidable. Estas copas pintan de maravilla que contrastes de sabores debe tener. Bss y feliz semana!
Muchas gracias Silvia. Ya te contaré lo bien que lo pasamos cuando nos veamos en Zaragoza ¡Deseando que llegue el 20 de Abril!. Besote y me encanta verte por aquí!
Esta presentación me ha impactado. ¡Qué chula! Además, me parece una idea estupenda para cualquier otra mezcla. El contraste es genial. En cuanto a tu viaje: sin comentarios. Babeo cada vez que me acuerdo de todo lo que me has contado. ME alegro que lo pasarais todos genial. Un besazo.
Gracias Cósima, yo es que mentalmente sigo allí. Te lo comenté: llevo ya una semana e Madrid, pero en espíritu sigo allí..:Besitos
Es precioso, ¡me encanta!!
Y en esta copa queda muy elegante.
Sobre el vieja, lo único que puedo decir es que me das envidia de la buena!!!
Hay tanto por ver y recorrer…
Un beso,
Aurélie
Muchas gracias Aurélie. ¡¡Me encanta verte por aquí!!..el viaje maravilloso y esta crema-sopa deliciosa. ¡Nos vemos pronto! Besos
Kuki, me has puesto los dientes bien largos con tu historia del safari. A pesar de habernos visto un par de veces desde tu regreso no hemos tenido oportunidad de hablar de Tanzania así que esto es un avance de lo mucho que me tienes que contar.
La vena gastronómica no te abandona ni en mitad del desierto, jajaja. Te imagino pensando en lo bonitas que lucirían las comidas que degustaste en tu viaje en tu blog. Si es que no tenemos remedio
Me encanta la combinación de sabores de esta crema y la presentación es de lo más impactante. Yo tengo una crema de dos pimientos en el blog presentada así, y la idea la saqué de un programa de TV inglés. Me encantó y sorprende a todos cuando llevas la comida a la mesa en “dos colores”.
Mi más sincera enhorabuena, es impactante.
Bss
¡Gracias Carmen! hoy cuando caminabamos por el salón gourmet y has comentado lo de la cesta de Tia Alía, no he querido daros la “brasa” con lo de Tanzania, pero me ha recordado un pic nic que nos hicieron ¡En plena sabana! comiendo como en las pelos..transportaron desde el campamento lo necesario incluida…una cesta maravillosa para comidas en el campo…¡Muero por la cesta de Tia Alía!. Bss y nos vemos en un ratito
Que recuerdos… Yo hice el mismo viaje el año pasado, es maravilloso…. Ah y la recta también, beso
¡Que bien Noelia! entonces sabes bien de lo que hablo. ¡Es maravilloso! Me encanta verte por aquí. ¡besos!
Por fin, por fin tengo un ratín para sentarme y leer tu entrada en condiciones. Qué bien que hayas publicado. ¡Bieeeen! Y qué bien que nos cuentes tus experiencias por esas tierras dejadas de la mano de Dios, aunque nada mejor que tu testimonio cara a cara, je je je.
He estado echando un vistazo al enlace que nos das. ¡Qué pasada! Creo que hasta que no volvamos de Escocia no se lo voy a enseñar a mi marido porque es capaz de liarse la manta a la cabeza y a Tanzania que nos vamos, ja ja ja.
Una ambientación fantástica para una receta tan sencilla como simple es vivir en aquellas tierras.
Un beso!
Vuelvo con más tiempo a contados qué sentido se me pone más tontorrón con la primavera …
Jajaja Yolanda, me encanta lo de “qué sentido se m epone más tontorrón en primavera”…y ¡ayyy! es que lo de Tanzania es marailloso. Ya me contarás lo de Escocia, que el otro día me comentaste algo y no terminamos de hablarlo. Besos!!
¡Gracias!